23/4/09

La esperanza es para los idiotas.

Vi la duda reflejada en tus ojos cuando te dije que la gente perdía el tiempo conmigo si no sabían volar. Debí darme cuenta antes, de que tú pertenecías a ese montoncito. Al de los escépticos.
Y me extrañó, no sé por qué, pero en un principio me extrañó.. tal vez una parte de mí, esperaba que fueras tú quien me salvara, quien me dijera cómo despegar de nuevo. Pero no.. tan sólo te dedicaste a mirarme con cara de idiota, y a mover los labios para expulsar un par de palabras no menos estúpidas que la situación en sí.
"Volar? ¿cómo?¿.. en avión?"

Fue como si acabaras de darme un bofetón. No tienes ni idea.. de nada. Pero ojalá algún día aprendas.. y entonces te acordarás de mí, y de lo que quise pedirte.
La esperanza es para los idiotas. Pero aquí estoy, con la misma determinación que ayer, esperando.

¿A qué?
A que alguien venga a por mí.
Alguien que me rescate, que vuele.

¿Hay alguien aquí?

16/4/09

___

Nos gustaba soñar. Soñar y levantar los pies del suelo, ir a contracorriente, no ir a contracorriente, remar, ser arrastrados, disfrutar, madrugar para ver la televisión, sentirnos importantes al notar que habíamos crecido un centímetro, y pensar que todo iría siempre bien.
La vida nos mordía los talones, pero no nos dábamos cuenta. No existían los problemas, ni la realidad, ni el tiempo.
Ni el Tiempo.
Pero un día nos dió por crecer. O por ver que habíamos crecido. Con ello llegó el "solo me arrepiento de lo que no he hecho", los te quiero prostituídos, las malas influencias, los engaños, el desconcierto hacia el futuro, la indecisión y los ojos abiertos, las vendas quitadas. Las vendas puestas. Los sentimientos depravados, los mensajes entre líneas.
Tal vez fue la ingenuidad la que se marchó, pero de desde entonces quisimos ponerle nombre a todo. Era pura necesidad, inercia en estado natural.

Y aunque el tiempo siguió pasando, continuamos con este nuevo hábito de romper silencios, poner título a lo que pensamos, a lo que escribimos, a lo que deseamos.. ; sin embargo yo.. no sé. Ya no sé lo quiero.
Por no saber, hoy no sé ni lo que siento.

4/4/09

_

Está frente a mí. Sonríe y atrapa mis manos; me siento pequeña, insignificante.
Entorno los párpados cerrando los ojos.. ahora se ha hecho de noche. Le siento a mi lado, su respiración en mi mejilla, mi vida a sus pies. A oscuras busco, y encuentro.
Y suena un beso.
Y dos, y tres.
El mundo vuelve a tener sentido cuando se separa… y se abre mi telón. De nuevo con los ojos abiertos regresan los ruidos, los coches, la gente al pasar. Los miedos, los celos, los nervios, la prisa.
Me sigue mirando y se mueve. Me pregunto si será real.
Pero tiene que serlo. Sí.. está tirando de mí hacia delante.
-Corre, que llegamos tarde..
Como si a mí me importara el hecho de tardar.
Y vuelve a reír. Va marcando el camino hacia donde quiera que vayamos, pero el lugar de destino tiene en mí una importancia igual a cero. Mis pies le siguen sin que el cerebro se lo ordene. Creo que es por inercia.
Si alguien me sopla, estoy segura de que caería y no volvería a levantarme en mucho tiempo. Pero su mano.. ahí sigue. La necesito. Lo sé, lo sé con la misma certeza de quien sabe que yo sólo soy un capítulo más en su vida, una piedra en medio de su camino, un bache que no tardará en pasar..
-Me gusta tu pelo
Y lo único que puedo hacer es no dejar de mirarle.