Tú.

Como la euforia.
Como la felicidad en estado puro.
Como la adrenalina de una buena montaña rusa.
Como helado de chocolate en los labios.
Como tumbarte mirando al cielo sobre el mar.
Como saber que tendrás algo para siempre.
Como un escalofrío, un roce inesperado.
Como las palabras de los poetas.
Como los poetas convertidos en palabras.

Tú.
Eres eso y eres más. Eres todo aquello que todavía no sé escribir, las cosas que no he hecho, los besos que me quedan por dar, las despedidas pronunciadas, mi pasado. Eres lo que he vivido; mi sístole, la diástole del mundo, pura gasolina para mis venas, sorpresa, un atentado hacia mi serenidad, el camino que muchos no se atreverán a recorrer, pequeñas poesías desperdigadas por ahí. Nubes de azúcar compradas en las barracas de cualquier barrio en fiestas. Fuego, rabia, discreción.

Como un mordisco en pleno cuello.
Como los arañazos de los gatos.
Como cortarte con el borde de una hoja de papel.
Como lanzarte al vacío y esperar.
Como un nudo en la garganta.
Como un sorbo de tequila.
Como la salsa agridulce.
Como un suicidio a la cordura.
Como la cordura de los locos.

Y todavía no te has dado cuenta..