La incertidumbre es necesaria, ¿sabes?
Todos requerimos gasolina para nuestro motor, una interrogación inyectada en vena, ese toque agridulce entre un bofetón y un beso. El escalofrío que recorre la espalda al mismo tiempo que una mano.. y el no saber qué pasará después.
¿Sorpresa?
Si se parara el ruido, también querría leer el silencio.
Lo que quiero decir es sólo que a veces me pregunto si en realidad las cosas se pueden ver sin abrir los ojos.
Y me sorprende responder siempre que sí.
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