3/11/09

Me asustan los callejones con salida, las varias opciones, los segundos que no pasan. Me da miedo el punto al que puedo llegar, el daño que sé que puedo hacer y todo lo que digo cuando la ira es parte de mí.

Me gusta asomarme por la ventana y escuchar cómo se mezclan las voces de los niños, el asqueroso rugido de los motores, los ruidos que indican que estamos vivos.

Me da pánico ir siempre a doble o nada, jugarme la piel en los intentos, dejarme las palabras olvidadas en la garganta, perder los papeles, escribir sin sentirlo, tener lo que no quiero, echar de más porque ya no puedo seguir echando de menos.

Respirar. Me gusta respirar. Me gusta que me respiren, que expriman el tiempo a mi lado para que no quede nada que se pueda desperdiciar.

Y luego está todo lo demás.

Las canciones, la risa, el vértigo, las curvas de la carretera. Y las de la vida. Los pensamientos, el zumo de naranja, el humo de los cigarrillos, los puntos suspensivos, "stand by me", una llamada perdida. Igual de perdida que yo. ¿Me encontrarás?

"No taylor no scar", arañar, definir, desdibujar, precipitarse, poder. "Song for a winter's night",

Lo difícil es no seguir con la lista.

Lo fácil es dejar que tú la completes.

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